Por: Florencia Escobedo/Observatorio Digital
Mariana Sandoval, de 25 años de edad, fue asesinada al interior de su casa en presencia de sus dos hijos de entre 4 y 7 años, en el municipio de San Francisco de los Romos, en el fraccionamiento de Urbivillas del Vergel. Los hechos ocurrieron el día lunes 20 de noviembre por la tarde, cuando los vecinos reportaron haber escuchado impactos de balas; fue una amiga de Mariana quien la encontró muerta al interior del domicilio y realizó el reporte a los números de emergencia.
Las primeras versiones de los hechos indican que fue la pareja de Mariana quien la asesinó, pues los vecinos relatan haber visto a un hombre salir huyendo después de escuchar las detonaciones. Hasta este momento, la pareja de Mariana no ha sido localizada, y las autoridades no han identificado al agresor. El asesinato de Mariana debe de investigarse bajo el protocolo de feminicidio, la precariedad y adicciones no son excluyentes para un caso de feminicidio, sino que, son parte del análisis de contexto que se debe investigar, debido a el estado de vulnerabilidad en la cual se encuentra la víctima. Utilizar información personal de las víctimas es violencia institucional, pues la estigmatización recurrentemente es utilizada por las autoridades para justificar su incipiente integración de carpeta de investigación y para desechar la línea de investigación de feminicidio, y eso tiene consecuencias graves para el levantamiento de indicios que son irreparables.
Este feminicidio se suma al de Nidia Adame de 33 años, quien fue prendida en fuego por su pareja delante de sus hijas e hijos el 7 de noviembre; a escasos días, el 9 de noviembre, Ana Maria Mendoza de 94 años de edad, y su hermana Gloria Alicia Mendoza de 81 años, quienes vivían juntas en la colonia popular “La Purísima”, fueron asesinadas a golpes durante el supuesto desarrollo de un asalto; fue su sobrina quien las encontró al interior de su casa y llamó a los servicios de emergencia. Hasta el momento se desconoce si hay responsables detenidos por el feminicidio de las hermanas Mendoza.
La violencia feminicida ha encendido las alarmas de activistas, acompañantes y defensoras de los derechos humanos, quienes desde hace años han alertado a las autoridades sobre la urgencia de generar políticas públicas de prevención, atención y seguimiento a la violencia que viven las mujeres. De igual manera, son ellas quienes han señalado la revictimización, estigmatización y criminalización que cometen las autoridades en contra de las víctimas de violencia y sus familias; estas violencias por parte de las autoridades se presentan desde el primer momento de la investigación al no implementar los protocolos necesarios, clasificando feminicidios como suicidios, accidentes viales, o “ejecuciones” por el simple hecho de ser mujeres precarizadas.
“En Aguascalientes las mujeres no estamos seguras en las escuelas, ni en el trabajo, ni en las plazas, ni en nuestro hogar. Esto no puede verse como un hecho aislado, sino que es producto de una cultura feminicida que envía diariamente el mensaje de que es en nosotras en quienes recae la responsabilidad de conservar nuestra vida y nuestra integridad; este sistema cobija a los agresores y a las instituciones cuyo trabajo es omiso y negligente.
No sólo hemos detectado que no se cuenta con la voluntad política ni operativa para la atención a las mujeres que denuncian procesos de violencia, también es evidente la falta de acciones, programas y políticas en materia de prevención y para garantizar el acceso a una vida libre de violencia contra las mujeres. No queremos más moños naranjas ni performances de eventos que solo sirven para la foto y la simulación (…)” comunicado publicado el 9 de noviembre por el Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes, firmado por su presidenta Mariana Ávila Montejano.
María Dolores, de 55 años; Cynthia Nataly, de 38 años; Leslie Mireya Soto Briones, de 18 años; Keiry Yurietzy Cárdenas Sánchez, de 19 años; Brenda Fabiola Esparza Calzada, de 24 años; Teresa ”N”; Citlali Nohemí, de 21 años; María Magdalena, de 31 años; María Gabriela, de 27 años; Nidia, de 33 años; Ana María, de 94 años; Gloria Alicia, de 86 años, y Mariana Sandoval, de 25 años, ¡las nombramos!
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