Sin las familias, nada: Contenido de crimen real, monetizar con la violencia feminicida.

Foto: Sitio web “Caníbal: indignación total”

Por: Florencia Escobedo/Observatorio Digital

Durante mucho tiempo, los movimientos feministas y de derechos humanos, han luchado en contra de la revictimización contra las mujeres qué sucede cuando se difunden los casos de violencia hacia las mujeres en medios de comunicación, instituciones y sociedad en general.

Esta lucha ha abarcado desde los encabezados de periódicos de nota roja y sus imágenes explícitas, así como información gráfica sobre los hechos y datos de la víctima, pero también del manejo irresponsable de la información por parte de las autoridades y las instituciones, exhibiendo materiales audiovisuales y datos de las investigaciones. Los creadores de contenido, exponen y revictimizan al exhibir los crímenes reales, generando imágenes gráficas con detalles aterradores, con el único fin de obtener vistas a su contenido.

Un proceso que movilizó a las mujeres en México en el 2020, fue el feminicidio de Ingrid Escamilla, quien fue asesinada por su pareja. El feminicida fue grabado por policías al momento de su detención, y en el video confiesa el crimen. Posteriormente, estas imágenes del feminicida, aún lleno de sangre se hicieron virales, junto a otras, donde aparece el cuerpo irreconocible de Ingrid, con una alta carga de violencia. El manejo de los medios fue fatal, difundiendo estas imágenes, sin remordimiento y con un amarillismo impresionante. Esto y el mal manejo de la policía y las autoridades, quienes fueron responsables de que estas imágenes salieran a la luz, desataron una serie de protestas feministas en el país. Actualmente, existe la ley Ingrid que evitará que servidores públicos difundan imágenes de las víctimas.  

Pero esta no es la  única manera en el la que el Estado ha fallado en su responsabilidad para atender la problemática de la violencia en contra de las mujeres, El 28 de junio del 2022 la Suprema Corte de Justicia de la Nación, estrenó una serie televisiva llamada “Caníbal: Indignación total”, donde muy mediocremente trata de hacer conciencia sobre la problemática de los feminicidios en el país, con el caso del feminicida Andrés Filomeno Mendoza Celis, conocido como el “Caníbal de Atizapán” quien hasta la fecha se desconoce el número exacto de mujeres que asesinó. 

Una de las críticas más fuertes hacia esta serie televisiva y otros contenidos, es el enfoque que se le da al feminicida, donde él es el protagonista y la impunidad con la que gozo por más de 20 años, es descrita como hazañas, y casos aislados, sin tomar en cuenta lo problemático que es el título por su sensacionalismo. Aunado a esto, se señaló el morbo y el show que se generó, también se evidencia la dinámica económica que subsiste en estos tipos de proyectos. Que no generan incidencia en una problemática que causa la muerte de tantas mujeres en nuestro país.

Sin las familias, nada: películas, series, podcast y libros. 

Un ejemplo de contenido que violenta el derecho de las familias, fue el libro de la autora Saskia Niño de Rivera, llamado “Maldita entre todas las mujeres”, presentado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el 20 de octubre de 2022, que al igual que la serie “Caníbal” fue presentada por el Ministro Arturo Zaldívar, denominado como un “aleado feminista”. Días después de la presentación del libro, Lorena Gutiérrez Range, madre de Fátima Varinia Quintana Gutiérrez, víctima de feminicidio a los 12 años, el 5 de febrero del 2015, se manifestó en contra de este libro.

El caso de Fátima se encuentra dentro del libro y aunque Saskia Niño de Rivera al principio contempló a las familias y las entrevisto, el contenido final del libro no agrado por completo a las familias. Quienes junto a otras feministas y activistas señalaron la portada de este y el título como sensacionalista y victimizante, así mismo, el contenido del libro es gráfico y da detalles innecesarios sobre los crímenes, e incluye los testimonios de los feminicidas.

“Les dieron voz a los asesinos de nuestras hijas, saben que lo presentaron en la Suprema Corte de Justicia, saben que no nos dieron entrada a las mamás que dimos testimonio (…), eso es lo que hacen en nuestro país con las víctimas, nos utilizan, lucran con nuestras asesinadas, con nuestro dolor y la sociedad es omisa e indolente”. señaló Lorena en una manifestación pacífica en el Cervantino.

El aumento de los contenidos y las producciones que buscan hacer “conciencia” sobre alguna problemática social, fallan rotundamente en su ejecución y pueden llegar a ser revictimizantes cuando se hacen con un fin económico y no contemplan a las víctimas y a sus familias. Por lo tanto, tenemos como resultado un cultivo de indolencia e indiferencia, cuando se utilizan portadas de terror, con representaciones de violencia gráfica y se exponen las caras de las víctimas para atraer audiencia explotando el morbo. Otro elemento que es muy violento es la idealización de los feminicidas como monstruos, genios del crimen, mentes maestras y las historias nombran a las víctimas como resultado de las hazañas de los feminicidas, como una serie de atrocidades, que las reducen a cuerpos con una huella de violencia extrema. 

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