Alma Paulina
Actualmente tanto en nuestro país como en el resto del continente e incluso a nivel mundial, se vive una crisis en la defensa y procuración de los Derechos Humanos, basta revisar los titulares de medios informativos para constatar los niveles de violencia que hemos alcanzado en los últimos días y la persecución que sufren activistas y personas que, preocupadas por la situación de su entorno, están buscando mejorarlo defendiendo a su comunidad o algún recurso en particular. Pareciera que nos encontramos en un retroceso histórico y crucial que además de preocuparnos debe ocuparnos como sociedad y establecer una unión que supere a quienes intentan obtener beneficios individuales a través de mecanismos violentos.
En varios países de América Latina, la ultraderecha y el conservadurismo se han apropiado de espacios que ya se habían recuperado en anteriores movimientos y luchas sociales y que estaban en el proceso de continuar en pro de la igualdad y el reconocimiento de las prerrogativas que como seres humanos adquirimos. De igual forma la inexperiencia y autoritarismo de mandatarios, funcionarios y servidores públicos han mermado la investigación, procuración y sanción de quienes han violentado los derechos de otras personas ya que incluso desde el mismo sistema de gobierno se cometen estas violaciones sumado a la desigualdad, ejercicios de poder y precarización de cuestiones básicas para subsistir.
Resulta por demás interesante que quienes estén a cargo de recuperar o mejorar las condiciones de vida sea la sociedad civil organizada y personas que al no ver un avance en las solicitudes que en algún momento hicieron ante una autoridad decidieron tomar por sí mismas estas actividades. Sin embargo, no debe dejarse de lado que en la actualidad la defensa de los recursos naturales y de los derechos significan un gran riesgo para quienes deciden ejercerlo ya que, como mencioné anteriormente, pueden ser víctimas de persecución, privación de la libertad, desaparición forzada, tortura e incluso asesinato. Tan solo en el 2019 se registraron al menos el asesinato de 10 periodistas y de 12 activistas en México e incluso, se consideró por organizaciones internacionales a nuestro país como el más peligroso para periodistas, ambientalistas y defensores de derechos humanos 1 Resaltando que ha superado cifras como la de países en Guerra, Pakistán, por mencionar uno.
Mapa | Periodistas asesinados en México 2019
MAPA DE PERIODISTAS ASESINADOS EN MÉXICO.
De acuerdo al último informe rendido por el Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, se dijo que hasta principios del año 2020, en nuestro país, había cerca de 61,637 personas desaparecidas 2, si bien es cierto que incluyen desapariciones desde los años 60’s de acuerdo a investigaciones realizadas por distintas organizaciones, se sabe que a raíz de la denominada “Guerra contra el Narco” encabezada por el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, la situación recrudeció en el país y se convirtió en parte de la cotidianidad de varias entidades, es decir, a partir del año 2006. Siendo además varias víctimas de las denominadas colaterales ya que no estaban involucradas ni con cuerpos policiacos ni con grupos delictivos, simplemente se encontraron en el lugar y momento equivocados. Hago la acotación de que independientemente de la actividad que realice cualquier persona, ésta por ningún motivo debe ser violentada y desaparecida, si cometió algún delito deberá juzgarse conforme a derecho pero jamás deberá ser víctima de los cuerpos policiacos o de otros grupos de poder que en este ejercicio violento menoscabe su integridad. Y por si no fuera ya bastante doloroso el que este número de personas estén ausentes en miles de hogares, en varias entidades han desacatado completamente las normas internacionales y nacionales que establecen protocolos para la búsqueda e investigación que determinen la identidad de las personas localizadas sin vida, específicamente hablo de los hallazgos realizados en el Estado de Jalisco en donde de manera deliberada se decidió incinerar cerca de 1500 cuerpos sin antes dejar registro de características generales que pudieran apoyar a familiares a establecer si se trataba de la persona a la que estaban buscando. No se tiene si quiera registro del sexo de la persona que se mandó incinerar y mucho menos media filiación, violando con ello todo ordenamiento establecido en las metodologías de investigación, búsqueda y atención a las víctimas de desaparición.
Miles de madres, familiares y allegados de personas desaparecidas han formado colectivos y grupos de búsqueda que con estrategias en un principio rudimentarias se dieron a la tarea de buscar indicios que les llevaran a saber el paradero de las personas que buscaban, a varias de ellas tuvieron que hacerles parte de programas de protección ya que sufrieron ataques directos relacionados estrechamente con dichas búsquedas.
Alguna vez en una caravana de búsqueda de familiares desaparecidos, en donde participaron varias personas de diversos estados de la república que salió de la ciudad de Morelia Michoacán me comentaba una mujer que para ella era un chiste esa protección, solo le dieron un aparato con el que la localizaban y le llamaban en determinados momentos del día, de manera irónica me comentó que eso no le servía de nada ya que ella andaba en los cerros buscando, escarbando para encontrar algo que le diera pistas, que ese aparato no la protegería de las balas, de “un levantón”, en pocas palabras no la protegería de nada. Además, cercaron su domicilio y colocaron una cámara de seguridad, con todo y eso, balearon al único hijo que le quedaba ya que a los otros tres, meses antes les habían desaparecido en distintos eventos, uno de ellos un retén policiaco. Para ella era insuficiente, no había forma en la que ninguna de esas protecciones le garantizara que no violarían ningún otro de sus Derechos. Varias veces le ofrecieron cambio de residencia a otro país, pero ella bien sabía que eso significaba que, si ella se iba, nadie más buscaría a sus hijos, por ello decidió quedarse sabiendo que tal vez algún día pagaría el precio alto de defender a su familia, de no dejarse vencer y de la búsqueda incesante de verdad y justicia.
Otras de las violaciones a Derechos Humanos en nuestro país que ha sido blanco de medios internacionales y de recomendaciones de la CIDH son las violencias de género y la falta de atención a los protocolos en la investigación de muertes violentas de mujeres, es decir, los FEMINICIDIOS. Ya que ha sido por demás recomendado el hecho de que deben investigarse con perspectiva de género y que además de deben considerar varios aspectos concernientes a los antecedentes en los que las víctimas vivieron con los que mayormente fueron sus agresores ya que como muestra ENDIREH las primeras violencias son de personas allegadas a las víctimas. 3 A pesar de las recomendaciones e incluso de la homologación de los protocolos de actuación, después de que se cometió la violencia de género y ésta se denuncia quien perpetua las violencias y comete errores que re victimizan y además entorpecen las investigaciones son las autoridades involucradas tanto en el primer contacto como quienes acompañan en el proceso de denuncia y en caso de que se logre la judicialización, en la etapa de juicio. Por ello es que, en muchos de los casos, las mismas víctimas o sus familiares en los casos de feminicidio son quienes pugnan por que se lleven a cabo las investigaciones conforme a derecho y van recabando medios de prueba para lograr verdad y justicia en sus casos. Son pocos los que han atraído cortes internacionales y han mandado un mensaje contundente a las autoridades en México sobre los errores en su actuar dentro de las instituciones a cargo de salvaguardar los derechos humanos de las mujeres víctimas de violencias de género.
Se podrían enumerar aún más situaciones en las que ningún mecanismo alcanza a proteger de manera integral a las personas afectadas, pero sin duda, estamos transitando a un cambio radical en la materia. México se encuentra en una transformación trascendental en cuanto a Derechos Humanos se refiere.
Aun así, se reconoce el avance histórico que han tenido los Derechos Humanos tanto en América Latina como en México y es importante considerar que se continúa cas públicas en materia de discriminación y menos perfeccionando las investigaciones y avances en el tema, así como las políticas de las garantías que tenemos como ciudadanos. Y aunque parecieran inalcanzables, algunas luchas han logrado llegar hasta tribunales y autoridades internacionales que han emitido recomendaciones por diversas situaciones a los Estados y autoridades involucrados.
- Véase 2019, el año en que asesinaron a 10 periodistas y a 12 activistas en México https://politica.expansion.mx/mexico/2019/12/23/2019-asesinaron-10-periodistas-12-activistas-en-mexico
- Véase Desaparecidos en México: el recuento del gobierno de AMLO hace disparar la cifra oficial https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51015691
- Véase Panorama de Violencia contra las mujeres http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100962.pdf
BIBLIOGRAFÍA
–Metodologías de investigación, búsqueda y atención a las víctimas. Del caso Ayotzinapa a nuevos mecanismos en la lucha contra la impunidad.
Autores: Carlos Martín Beristáin
Angela Bultrago Ruiz
Grupo interdisciplinario de expertos Independientes GIEI
-Derechos Humanos de las Mujeres. Un análisis a partir de su ausencia.
Autora: Lucía Raphael De la Madrid
Instituto de investigaciones Jurídicas-UNAM
-Feminicidio en México.
Autora: Patricia Olamendi
Inmujeres
