Por: Georgina Macías
“Desde el Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes, es inadmisible que en la máxima casa de estudios se siga tolerando la violencia, recordemos que se emite una recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos donde se le ordena a la institución tener un protocolo que marque la ruta para que las alumnas y el personal en general, pueda denunciar casos de acoso y hostigamiento sexual” expresó Mariana Ávila, defensora de derechos humanos y parte del OVSGA.

Desde hace más de dos años, alumnas del Centro de las Artes y la Cultura han denunciado hostigamiento y acoso por parte del profesor Carlos “N”, al día de hoy el caso está en proceso en la Fiscalía General del Estado con el acompañamiento jurídico de las abogadas del Observatorio, sin embargo, en la UAA continúa la impunidad debido a que el profesor sigue laborando en la institución, este caso no es el único, existen más 30 denuncias contra diferentes docentes realizadas por estudiantes con medios de justicia alternativa como tendederos y redes sociales.
La Universidad Autónoma de Aguascalientes es la máxima casa de estudios del Estado, según datos del Departamento de Estadística Institucional de la Dirección General de Planeación y Desarrollo, más de 19 mil estudiantes, ingresaron el semestre de enero a junio de este año donde más de la mitad son mujeres (58.9%) y el restante son hombres (41.1%).
La institución cuenta con un compromiso formal de cero tolerancia ante cualquier manifestación de violencia, desde hace 4 años, además internamente tiene un protocolo de actuación ante casos de acoso y hostigamiento sexual, pese a ello, los casos continúan y alumnas han manifestado su descontento con la actuación de las autoridades y la deficiente aplicación del protocolo.
“Teníamos una asociación de estudiantes organizadas dentro de la UAA, acompañamos las denuncias que compañeras realizaban en la Defensoría de Derecho Universitarios, yo también denuncié porque también fui víctima…basicamente el protocolo después de dar tu testimonio, mostrar tus pruebas y tus testigos, el proceso continúa hablándole a tu acosador al profe o a la persona y le dicen, hay una denuncia en contra de ti entonces ellas le mencionan lo que tú como víctima relataste pero es anónimo, entonces ellos pueden desmentir de lo que se les acusa, desde ahí vulnera a la mujer porque la está re victimizando al decirle a la otra persona su relato, porque si te está acusando obviamente él va a saber quien denuncia, si es tu profesor o si es tu compañero, no lo separan, sigue compartiendo contigo clases, él sigue dando la clases y desde ahí se genera un estrés, tensión y miedo a lo que pueda suceder”, platicó egresada de sociología en una entrevista realizada por el Observatorio Digital.
Desde la voz de la recién egresada y en concordancia con los procesos que el Observatorio de Violencia Social y de Género ha acompañado, la institución encubre y es omisa ante los casos que denuncian las estudiantes, los profesores acosadores continúan con su carga académica y las medidas de protección son inexistentes en la práctica para las denunciantes.
“Acompañamos 6 casos de los cuales 4 compañeras se dieron de baja, porque compartir un espacio con tu acosador es insoportable, las sanciones para los profesores acosadores no se especifican en el protocolo, no existen, además el proceso es desgastante, pareciera que tu como víctima tienes la culpa, te hacen sentir mal por denunciar, incluso tienes tu misma que buscar tus propios medios para sanar, no te ofrecen ni atención psicológica”, añadió la socióloga.
El acoso y el hostigamiento es un motivo de deserción universitaria para las estudiantes, lo cual vulnera sus derechos a la vida libre de violencia y a la educación. No hay existencia de datos que puedan comprobarlo, sin embargo los acompañamientos dan muestra de que la mayoría de los casos denunciados continúan impunes y la mayoría de las víctimas no deciden continuar con sus estudios dentro de la institución.
En un medio local se publicó una entrevista Javier Avelar actual rector de la comunidad universitaria, al ser cuestionado por la problemática de la institución recalcó la existencia del protocolo el cual aseguró, garantiza el respeto a los derechos humanos.
“garantizando que en respeto a los derechos de todos se proceda correctamente ante estos temas, esto no significa que todo mundo quede a gusto, pues son temas complejos, tanto en la sociedad en general, como en la comunidad universitaria”,expresó.

Por su parte las activistas y defensoras del OVSGA realizaron tres llamados a las autoridades:
1.- Que se atienda el caso de las estudiantes del Centro de las Artes y la Cultura, además de que se realice una revisión de sus modelos de atención internos ya que tienen la responsabilidad social con los estudiantes y la sociedad en general.
2.- Recordar a la autoridad que al no acatar las recomendación y al no hacer una revisión de sus protocolos y mecanismos con base en los derechos humanos, además de no proteger a las y los estudiantes, está violentando las recomendaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y una serie de normas a nivel internacional, nacional y estatal contra la violencia hacia las mujeres.
3.- Profesores y profesoras, directivos y autoridades de la institución que se responsabilicen de la protección de las y los estudiantes.
El próximo 13 de enero tomará protesta la primera rectora de la historia de la comunidad universitaria, Sandra Yesenia Pinzón Castro. Las activistas y estudiantes esperan que se realicen verdaderas acciones para la revisión de los mecanismos para la protección de las estudiantes. La activista Mariana Avila recalcó la necesidad de una perspectiva de género en la institución, ya que por ser mujer no se garantiza una verdadera atención a los temas de violencia hacia las mujeres.
