Por: Florencia Escobedo / Observatorio Digital
La fiesta de Halloween y Día de Muertos en México se han fusionado, estas celebraciones por un momento dan vida a los muertos, a lo oculto y lo paranormal, son el motivo de que muchos se rencuentren con sus familiares y acepten por un breve tiempo el terror del Halloween, pero qué pasa cuando las brujas, payaso, piratas, monstruos, catrines y catrinas no son el terror con el que muchas personas deciden celebrar estas fechas.
En los últimos años los disfraces y decoraciones de Halloween y Día de Muertos han estado cambiando, haciendo alusión a la violencia explícita y grotesca que ha dejado un país ante la cultura del narco, la inoperancia del estado y la violencia feminicida, disfraces de asesinos seriales, cadáveres en bolsas, mujeres asesinadas con mensajes de odio, cuerpos ensangretados, entre otras más, son las dolorosas decoraciones que nos recuerdan que estamos en una sociedad indolente.
La gente se está acostumbrando a la cultura del narcotráfico, a la violencia extrema, a no ser empáticos, se pasa por alto e ldolor de las víctimas, la alta tolerancia a la violencia explícita y la normalización de esta no toma en cuenta a las familias que han sido víctimas, las vulnera y las violenta de nuevo con un cultura que admira a asesinos y se toma a broma la desaparición forzada y feminicidios, viéndolo como algo divertido.
Pero la apología de la violencia y el feminicidio no es exclusivo de las celebraciones de Halloween, desde el 2007 con la Guerra contra el Narcotráfico en el gobierno de Felipe Calderón esta cultura ha tomado fuerza y relevancia con todo tipo de películas, corridos, celebraciones y vestimentas, esto sigue reafirmando y generando que estos discurso violentos se acepten y reproduzcan.
“Hablamos de violencia cultural* desde el sentido de Johan Galtung (…) mientras más insensibles seamos hacia las violencias, mientras más dichos, canciones, juegos, adornos tengamos que normalicen las violencias, por supuesto que estamos fomentando que más gente la practique, no es una consecuencia exactamente directa de, la persona que utiliza estas decoraciones va a cometer un acto de este tipo pero está contribuyendo a normalizarlas dentro de una sociedad que siga ocurriendo” comentó Hector Manuel Rodríguez Figueroa, doctor en Estudios Socioculturales y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
El Día de Muertos es una celebración para recordar a nuestros y nuestras muertas, a las que nos arrebataron, en estas fechas las familias recuerdan a las y los que ya no están con ellos, es doloroso que una vez más se les revictimize con estas decoraciones que nos recuerdan que esta sociedad no tiene memoria ni empatía y que la justicia no existe.
Johan Galtung fue un sociólogo, matemático noruego y uno de los fundadores y protagonistas de la investigación sobre la paz y los conflictos sociales. El define la violencia cultural como cualquier aspecto de una cultura susceptible de ser utilizado para legitimar la violencia directa o estructural.
